Wednesday, February 1, 2012

Capítulo VII -Navegando El Río Nilo Con Rafael




Continuaba yo mi vida "normal" preparándome para alguna nueva entrevista o aparición. Había atiborrado mi cuaderno con preguntas y estaba dispuesto a dispararlas, sin importar cual ángel fuese el próximo en la lista.
Desafiando el calor, había reanudado mis sesiones de pintura y por la noche, combatiendo contra los mosquitos (zancudos) utilizando repelentes en mi ropa, la había dedicado para trabajar en mi computadora en el taller.
Las idas a la cafetería seguían suspendidas y había empezado por suspender mis clases de idiomas y de guitarra. Para un artista desempleado como yo, es una vida bastante ocupada y me hacía recordar con una sonrisa las respuestas que la Madre Teresa de Calcuta daba a los periodistas cuando le preguntaban cuál era su trabajo y ella les respondía con gran orgullo: "Soy desempleada".
Pasaban los días y todo seguía igual en espera de otra visita Angelical. Una de esas noches, cansado de mi trabajo, en que todo parece salir mal, como la computadora que no quiere leer los “CDs”, la llamada de teléfono que nunca llegó, el trabajo que se tuvo que repetir, la impresora que no terminaba las impresiones de algunas páginas, etc., etc. Apague mi equipo y mis luces y me retire a descansar. Antes de dormir, suelo pasar por la cocina donde tomo un pequeño refrigerio para poder tomar mis medicinas y después de escoger un libro o tomar el que he estado leyendo, subo a la planta alta donde está mi recamara, después me dirijo al baño donde me doy una ducha antes de acostarme y para dejar secar mi pelo, rezo mis oraciones de la noche y tomo mi medicina, después me extiendo en la cama, enciendo una lámpara de mesa y abro mi libro para leer y continuar dando paso a las miles de ideas que se agitan en mi mente, de esta manera suelo quedarme dormido casi a diario.
Esa noche, en mi sueño,  sentí recorrer una zona semiárida, de pronto empezó a brotar vegetación y sin darme cuenta, estaba en las riveras de un río muy ancho. Pude ver algunos hipopótamos y cocodrilos en su orilla y tratando de orientarme y poner mis ideas en orden, me senté a la sombra de una palma. De pronto mire una embarcación pequeña pero atractiva que se acercaba a la orilla donde yo estaba. Varios remeros de color alzaron sus remos. Popa y proa se arqueaban formando una hermosa figura similar a un lirio que había sido tallado con gran maestría. De la caseta  cubierta con telas coloridas, ví de pronto descender la figura de Rafael, esta vez sin sus magníficas alas, pero luciendo unas vestimentas que le hacían parecer un príncipe egipcio. Sonriendo, me saludo y me invito a subir a su embarcación, de repente me encontré dentro de lo que parecía una pequeña cabina cubierta por una tela gruesa, sentado sobre unos mullidos almohadones y vestido al igual que mi anfitrión, con ricas telas que mantenían la piel fresca adornada con collares y brazaletes de oro y piedras engarzadas en brazos y cuello así como anillos en varios dedos de mis manos. Rafael me miro, se sonrío y me dijo: “Estás en la tierra del Nilo y no hay mejor forma de recorrerla que navegándolo”. “Sé que no has traído tu libreta, pero no la necesitaras, las preguntas te brotarán de todo lo que verás en este recorrido”.
“El Nilo está considerado como el río más largo del mundo pero no el más navegable”. “Siete cataratas o caídas de agua se forman en su recorrido, la mayor parte de ellas en el territorio de Sudan”. “Los antiguos Señores y Faraones, jamás recorrían el país por tierra, siempre lo hacían por barca en el Nilo, imitando el viaje de los dioses”.
¿Para empezar, te voy a preguntar, ¿Por qué escoges los sueños para visitarme, en vez de lugares reales como Miguel o mi Ángel Guardián?”
“Verás”, me contestó,a los ángeles al igual que a los hombres, Dios los dotó con talentos especiales y el mío, parece ser, el usar la sabiduría de Dios para auxiliar a las personas que viajan y ayudarlos a realizar su objetivos guardándolos de los peligros, pero para viajar en lo que ustedes conocen como tiempo, el cual no existe para nosotros, tenemos varias formas, pero una de las más seguras y tranquilas, es a través de los sueños”. “El sueño, en lo que ustedes llaman psicología, se conoce como un estado profundo de relajación y hace que el subconsciente, memoria interna o Psique (Alma), se aventure en una nueva dimensión donde sus experiencias pasadas se mezclan con angustias o percepciones futuras en los que Dios suele lanzar pequeños rayitos de luz para que la mente se abra a otras realidades”. “Por ejemplo, tú empezaste tu libro hablando de una guerra en el cielo entre los Ángeles Rebeldes y los Ángeles fieles a Dios, esta guerra la ubicaste en el principio de los tiempos (inimaginable para el hombre) y le diste a tu libro tentativamente el nombre de "Pastorela sin final" como sin final parece ser esta guerra aún sin terminar”. “El tiempo para nosotros los ángeles, no existe como tal, por lo que esas guerras, que parecen ser continuación de la primera a las que tú te referías y la última que se Llevara a cabo al final de los tiempos, son para nosotros la misma y la estamos llevando hoy, en ese "hoy" eterno de Dios”. El tiempo, decía un filósofo Español llamado Ortega y Gazet, es como un caballo en el que el hombre cabalga, es como una helicoidal en que todo regresa y se repite. “Para nosotros los Ángeles, es como un sueño en los ojos de Dios, y esa es la gran realidad de la religión egipcia, la búsqueda de lo eterno, en cuya búsqueda de este concepto, encontraron a sus dioses y sus gobernantes se hicieron dioses para gobernarlos”. “Cuando el hombre fue arrojado del paraíso pasaron lo que para ustedes son muchos años”. “La civilización egipcia simplemente alcanzo poco más de 5000 años”. “Los pueblos mesopotámicos cuyas civilizaciones se desarrollaron cuando la egipcia casi había alcanzado 2000 años, aún pudieron ver fuera de sus ciudades y fortalezas, hombres similares a los de las cavernas, rudimentarios y desnudos que robaban de su ganado y parcelas para alimentarse”. “Estas grandes civilizaciones se desarrollaron al lado de grandes y fértiles ríos que se desbordaban y regaban sus tierras en forma natural, antes de que ellos desarrollaran sistemas de riego”. “El lago Victoria parece marcar  el nacimiento de esta gran civilización egipcia al igual que la de este río en el cual estamos navegando y que junto con otras, nació de ese paraíso hoy enterrado en arena y el agua”. “Su vida dependía de lo que la naturaleza les daba, por eso miraban al sol y la luna y observaban las estrellas y cometas; el libro de AM-TUAT era como su Biblia, en él hablaban de los peligros y rituales para vencer a los que se enfrentarían después de morir en el camino que tendrían que recorrer para presentarse  a Osiris, el Dios del mundo de los muertos”. “Aunque la guerra siempre se dio entre Osiris y Amen-Ra para dominar, Osiris termino siendo súbdito del dios-sol pero nunca dejo de ser el señor del otro mundo”. “El cielo, la tierra y el infierno se doblegaron a la autoridad de Amen-Ra así como a los dioses encargados de cuidar sus portones y de gobernar en ellos. (Algunos lo traducen Amón-Re)”. “Este imperio al que para muchos parecería que sería eterno, fue derrumbado súbitamente en un tiempo de gran sequía y hambre donde el pueblo desafiando el poder de su "dios-gobernante", saqueó sus graneros y sus palacios, descubriendo que su poder sobrenatural era mentira, anunciando con esto, la primera gran revolución popular descrita por Marx y que Satanás ha utilizado como táctica a través de la historia, para establecer su dominio el cual empezó desde su rebelión a Dios”.
“Un día, sus faraones empezaban a buscar la presencia de un dios único que destronara a sus antiguos dioses, los egipcios guardaban en su relatos y tradiciones parte de ese paraíso del que fueron arrojados los primeros pobladores, su conciencia social o colectiva, les hizo llegar a un Dios todo poderoso hasta que, un faraón quiso decretar la de un Dios único, que estaba aún muy lejos de ser el Dios que se reveló a sí mismo y por su propio poder a los judíos y es precisamente  al palacio de retiro de este faraón, al que nos dirigimos para visitar a su hijo-hermano”.La religión de los egipcios, fue una religión de castas y privilegiados, que al igual que los pueblos mesopotámicos, vieron en la naturaleza y en sus astros, la presencia de sus dioses y demonios”. “Dios no se olvidaba de los hombres, sino que escudriñaba en sus corazones y dejaba que estos se perdieran en su arrogancia y un día voltearan sus ojos hacia él”. “Fueron cinco milenios de gobierno de una clase poseedora de grandes riquezas materiales y de conocimientos que utilizaban en su religión, no como búsqueda de la verdad sino para proteger sus riquezas y privilegios de clase; Por eso la castas sacerdotal que se daban en cada ciudad y en cada dinastía, hacía que su libro sagrado cambiase continuamente, agregando dioses de acuerdo a la imaginación del artista o del patrón que lo contrataba o describiendo con toda fidelidad, los poderes y atribuciones de sus dioses ancestrales que se asemejaban más al conocimiento impreciso de los demonios los cuales poseían a través de sus relatos y tradiciones y con los que convivieron en el principio de su historia así como de un plan divino no comprendido por estos y del castigo que recibirían por su soberbia y en el cual perecerían junto con los hombres así como una idea vaga de los cambios suscitados en el paraíso espiritual a partir de su caída, todo esto revelado a ellos, por los demonios antes mencionados”. “Los egipcios traían la chispa de la inmortalidad perdida de sus cuerpos físicos y la memoria colectiva de sus tradiciones, les hablaba del espíritu que poseían pero que para unos dejaría de ser inmortal al igual que sus cuerpos físicos”. “La morada final de sus cuerpos, que anhelaban la eternidad principalmente de gobernantes y castas, a través de la reencarnación fue la que dio origen a las espléndidas tumbas mortuorias, que constituían en sí, una gran ciudad de los muertos similar a la descrita en su libro el AM-TUAT, en los que la cámara principal del faraón, era la parte principal en la cual él esperaría el momento de ser traído a la vida por Osiris y que además contiene los secretor de sus fórmulas mágicas y palabras poderosas para enfrentarse a sus dioses y con las cuales los sacerdotes, al ser los poseedores de esta magia, aseguraban su poder y su riqueza personal difundiendo su secreto, principalmente en aquellos que les recompensaban ampliamente”. “Los edificios funerarios contiene además otras cámaras secretas para la realeza y sirvientes que eran enterrados junto con ellos para servirles en su camino al más allá”. “El concepto de pirámide que no configuraba un estilo único de sus tumbas, ya invocaba un concepto trinitario de Dios, de hecho el pináculo de la pirámide, se dice fue hecho de oro puro, saqueado durante los largos periodos de historia y simbolizaban la presencia divina del ojo que todo lo ve sobre la pirámide, símbolo de la creación sea esta, la del universo o la de la naturaleza en la tierra y la cual simboliza una montaña”. “Deberás saber que en la numerología sagrada y el tarot en el cual serás instruido un día por nosotros, los números pares tienen relación con la naturaleza o mundo material, mientras los impares están relacionados con números divinos o espirituales; Algunas Logias como la de los Rosacruces, se dicen herederos de estas castas sacerdotales y poseedores de secretos milenarios perdidos en el transcurso de años y generaciones, pero en realidad solo poseen los conocimientos erráticos que constituyeron esta religión pagana que alejo al pueblo egipcio de Dios y cuyas ideas siguen siendo utilizadas para confundir y desviar el camino hacia el Dios verdadero”.
Continuando me dijo:Pronto estaremos pasando por Karnak y Luxor así como el valle de los reyes para después continuar por Abydos, cerca de la cual se encuentra este palacio que visitaremos para después continuar hasta llegar al delta donde se encuentra Memphis por supuesto pasando por Giza…” Su voz se fue haciendo cada vez más lejana hasta que me quede profundamente dormido, solo recuerdo que al despertar, sobre mi cama tenía aún el libro que había estado leyendo esa noche, "Cielo e Infierno de los Egipcios" y en la página donde deposite mis lentes, un mensaje que decía:
“Al final de este viaje, conocerás a sus dioses”.

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