Pasaron
algunos días y al llegar el fin de semana, escuche una voz dentro de mí, es
como si tu pensamiento se concentrara en una idea y de repente pareciera que la
escuchas, y al final dices, ¿Por qué la recuerdo tan clara? (Es decir, que tu
memoria la registró y la guardó) pero lo que me pareció más extraordinario, fue
el mensaje en sí.
“Te
espero en el café, toma tu cuaderno y pluma, y ¡olvídate de tu grabadora!”
Yo
acostumbro a ir a un café mexicano cercano a la casa, lo hago generalmente en
las tardes para huir del calor de mi taller.
Algunas
veces me pongo a iluminar con acuarelas algunos pequeños dibujos que estoy
promoviendo como "impresos originales" en mi sitio de Internet para
su venta, otras veces me pongo a leer o sino, a escribir simplemente en mi
cuaderno. Las meseras ya me conocen y llenan mi taza de café continuamente sin
interrumpir mi trabajo para justificar el ganar su propina. Generalmente escojo
una mesa cercana a la entrada de la cocina, cerca de la mesa preferida de las
meseras que usan para descansar.
Apresurándome
a salir de mi taller, tome mi cuaderno y un libro sobre la Historia del pensamiento
Cristiano que al principio me pareció aburridísimo, porque no soy muy afecto al
estudio de la Teología y muchos de sus términos me provocan sueño, y algunos
otros por más que me concentro, jamás logro entenderlos, es como si mi mente de
artista se negara a digerirlos, pero al final, en este caso, el libro se tornó
muy interesante. Al enfocar sus páginas en el tema de los sacramentos y de
Iglesia, entendí la importancia del pensamiento Tomístico, no solo en la Edad
Media, sino también en nuestros días, y pude visualizar el camino errático
tomado por la Reforma y por las sectas derivadas. Me pareció sin embargo que
muchos de los grupos conservadores de la Iglesia Reformista, la Anglicana y por
supuesto la Ortodoxa Oriental, mostraban verdadero interés en retornar al
camino del cual se habían alejado. Pensando en todo esto, llegué a la cafetería
y al dirigirme a mi mesa favorita, pude ver que ya estaba ocupada. No le ví
mover los labios pero escuche que me saludo y me pedía que me sentara. Al
acercarse la mesera, le pedí un café y un vaso de agua y le dije que no sabía que iba a pedir mi amigo, la
mesera me miro extrañada y me pregunto si estaba esperando a alguien más. Pude
ver la sonrisa de Miguel y me di cuenta que solo yo era el que lo estaba mirando. Sin despegar sus labios me pidió
ordenara otro vaso de agua para él. Cuando le pedí a la mesera dos vasos de
agua, me pregunto por mis pinturas y pinceles que suelo acarrear en mi
portafolio y es cuando les pido un vaso extra de agua para usarlo con mis colores.
Un poco turbado le dije, “no,
no los traje, es que hoy traigo mucha sed.”
Ella pareció convencerse de mi
respuesta y se alejó de la mesa. Nuevamente escuche la voz de Miguel: “No necesitas hablar, si me lo permites,
puedo leer tus pensamientos, de lo contrario, la gente va a pensar que traes un
teléfono celular con auricular pero cuando se den cuenta que no, van a pensar
que estás hablando solo”. La mesera
regreso con el café y los dos vasos de agua y me pregunto si necesitaba alguna
otra cosa, no, gracias, le conteste,
“hoy voy a escribir”.
Llámeme
si necesita algo más y dando media vuelta se alejó y así empezó esta extraña
conversación.
“En
realidad no necesito del agua para calmar mi sed, solo la pedí para ilustrarte
algo en mi historia. Nunca he sido entrevistado por ningún reportero que haya
sabido que soy Miguel, y le doy gracias
a Dios porque sé que me hubiera hecho muchas preguntas demasiado estúpidas que
me hubieran hecho cambiar el tono de mi luz y mi azul se tornaría tal vez en
marrón, pero sé también que el mundo está sediento de saber más de los Ángeles,
por eso estoy aquí para hablarte un poco de nosotros”. “Empezare por decirte que la apariencia que
adoptamos, la hacemos de acuerdo a las circunstancias para llamar o no llamar
la atención”. “Contigo escogí la de
una persona de tu edad pues sé que te sentirías más identificado y abierto
conmigo. Nuestra presencia espiritual es como el de una estrella en un
firmamento oscuro”. “Somos cuerpos de
luz, una luz hermosa y brillante que en cada Ángel parece lucir diferente”.
“La intensidad de nuestra luz y su color,
va de acuerdo al amor que sentimos y expresamos por nuestro Creador”. “Ustedes también podrán ser reconocidos por
su luz, cuando abandonen el mundo de su
conciencia material y hayan escogido la intensidad de sus colores”. Queriendo
concentrarme en sus palabras, le pregunte: “Es por eso que algunos seres humanos que han tenido el privilegio de
visitar el cielo, han confundido la brillantez de sus luces, con el de gemas y
piedras preciosas y han afirmado que está lleno de diamantes, zafiros,
turquesas y metales finos como el oro y la platas. ¿No es verdad?”
“Sí”, me contesto. “Los Ángeles Rebeldes por el contrario, entre más odio y rencor tienen
hacia Dios, más obscuros y densos se tornan sus colores”. “Mira esta agua cristalina, la naturaleza se
desquebraja sedienta cuando le falta. ¿No te recuerda esto, el verso del
Salmista, cuando dice que su alma se desquebraja como tierra reseca cuando le
falta la palabra de Dios? nosotros también nos sentiríamos en tinieblas si Dios
nos abandonara, como es el caso de los Ángeles rebeldes”. “El agua es el líquido vital de los cuerpos
de los seres vivientes en la creación de este universo físico. La luz que
proviene de Dios es la fuerza que da vida a los seres espirituales y a la
materia, aunque su energía sea diferente”.
“Creo
entender”, le respondí,
“El agua está presente como símbolo de
vida en todas las culturas y es símbolo del bautismo, mediante el cual nos
limpiarnos del pecado y morimos en Cristo para renacer en una nueva creatura,
además, está compuesta por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno y puede
tomar tres estados físicos diferentes, liquido, sólido o gaseoso, ¿No es así?”
“Es
parte del misterio Trinitario de la vida”, me dijo, “Pero, hablemos de
los Ángeles”.
“Nuestro
cuerpo fue creado sin materia, por lo tanto se mueve sin tiempo ni espacio,
pero esto no significa que seamos inmortales (en el término incomprensible e
imaginable de esta palabra) solo Dios es Alfa y Omega, nosotros tuvimos un
principio al ser creados por Dios, el final de los Ángeles es algo que
pertenece a su voluntad y no a la nuestra”. “La materia al comprimirse, se hace más densa y pesada hasta llegar a
convertirse en lo que ustedes llaman agujeros negros en el espacio tiempo,
quizás ésta sea la muerte de la materia”. “La luz de los Ángeles rebeldes es algo que se va extinguiendo,
convirtiéndose en tinieblas cada vez más y más densas, tal vez un día se
conviertan en un pozo negro espiritual que será
el fin del espíritu”. “Pero en
ambos casos, materia y espíritu probablemente seguirán existiendo y si el
hombre y los demonios conservan su voluntad y su intelecto sin perder
conciencia de lo que fueron, esto deberá ser ¡un infierno terrible!”
“El
hombre fue creado como un eslabón espiritual entre la materia y el espíritu,
sus almas en el cielo, tienen el brillo de los ángeles aunque su aspecto
recuerda el de los cuerpos que tuvieron en la tierra aunque al igual que los
ángeles, su belleza será igual al de su amor reflejado en Dios”. “El intelecto y voluntad con los que fuimos
creados, son los mismos con los que el hombre fue creado, solo que nosotros no
poseemos un ego que nos encapsule, ya que nuestra conciencia está conectada a
la del universo y a la de Dios sin la barrera del YO”. En tiempos medievales los estudiosos los clasificaron en 9 coros de
Ángeles, todo esto empezó por bíblicas referencias exaltando el número nueve
que es plenitud en el lenguaje misterioso que algunos grupos creen dominar.
En el
primer nivel, colocaron a los “Serafines” que significa fuego que se consume y
cuyas flamas claramente indican las más ardientes de amor hacia Dios. Se les
represento con 6 alas, llenas de múltiples ojos, lo cual tiene que ver con su
gran poder y cercanía hacia Dios.
Miguel, aunque fue creado como Arcángel, fue ungido por Dios a este nivel y su
luz se representa con la llama azul de los Serafines. Lucifer fue uno de ellos
y fue Miguel quien lo reemplazo en el cielo o universo espiritual de Dios.
Le
siguen los “Querubines” que significa plenitud de sabiduría y también están muy
cerca de Dios. Gabriel siendo un Arcángel, fue ungido en Querubín, remplazando
a Belcebú y su llama de luz es la verde que representa la de los Querubines.
Después
vienen los “Tronos” que son el juicio y
poder de Dios. Estos son los que están más indignados por la actitud del hombre
hacia Dios y claman justicia ante Él. Rafael tomó el lugar de Satanás entre los
Ángeles y está ungido en el color rojo de la llama de los Tronos.
Los
tres siguientes tienen que ver con el plan de creación de Dios en el universo
físico.
¬Primero
vienen las “Denominaciones” que significan autoridad y están encargadas de
constelaciones, galaxias, sistemas solares, etc.,
Le
siguen las “Virtudes” que reciben sus órdenes de las Denominaciones para que el
universo funcione y su nombre significa grandeza, poder o energía.
Por
último en ésta etapa, están los “Poderes” que sirven a las Virtudes luchando
contra las influencias malignas que se oponen al plan de Dios y que buscan
destruir al universo estelar creado por Dios.
En el
tercer grupo están los “Principalitos” que tienen el cuidado de las ciudades,
naciones y reinos de la tierra.
Los
“Arcángeles”, como Gabriel, Rafael y Miguel, llevan mensajes importantes de
Dios a los hombres, por lo que la palabra Arcángel significa Mensajero de Dios.
Y por
último los “Ángeles” como los “Ángeles guardianes” quienes tienen el cuidado de
seres individuales en la creación. Las culturas han bautizado de diferentes
nombres, a los seres espirituales que cuidan de la naturaleza en general, como
plantas, animales, regiones o lugares y les llaman duendes, hadas, nógmos,
etc., Toda esta especulación filosófica, está inspirada principalmente en la fe
y en la tradición del pueblo de Dios. En realidad, él mira a sus Ángeles como
mira a su iglesia, es decir, como un cuerpo espiritual en que cada uno funciona
diferente pero cuya misión principal es amarle y adorarle. Los Ángeles son como
los Diáconos de Dios en la figura de Jesús como Sacerdote Supremo pero solo el
hombre tiene esa maravillosa misión de ejercer el sacerdocio.
“Hace días tuviste un sueño que te despertó.
Viste un mundo rodeado de tinieblas y sus habitantes caminando como sombras sin
vida por las calles, era una ciudad desolada y llena de oscuridad donde los
demonios parecían haberse establecido en ella”. “Quiero que pintes lo que vista
en tu sueño, que el mundo vea las tinieblas que sus ojos no contemplan”. “Diles
que ni los Ángeles podremos iluminar sus vidas, si mantienen cerrados sus
corazones”. “Pide a Dios en tus oraciones para que puedan abrir sus ojos,
destapar sus oídos y convertir en un corazón palpitante, sediento del amor de
Dios, el corazón de piedra que ahora tienen”.
“Otro
día te voy a enviar a un amigo tuyo, que
ya conoces muy bien, para que platiques con él y escribas lo que te diga, yo
estaré cercas de ti dándote vueltas”.
Dicho
esto, vi desvanecer su figura de mi mesa, la mesera que me atendía, me trajo a
la realidad, ése día, mi café estaba frío, sin tocar, igual que mi vaso de
agua, solo el vaso más alejado de mí,
estaba completamente vacío.
Presuroso
de escribir esto en mi computadora, pagué y me levanté de la mesa.
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