Capítulo XI
El Ritual con el Príncipe
Una vez
repuesto, nos miró con una sonrisa y dirigiéndose a mí me dijo: “Maestro Vih-Cen-Tel, esperar siglos para la
resurrección me intriga, dime ¿Cómo será ese futuro?”
“Solo
te puedo hablar de 3500 años adelante, el imperio de tu pueblo tiene otro tanto
de haberse iniciado y le tomará otros mil antes de desaparecer.”
“¿Cuándo
será el día de mi resurrección?”
“Como
Ra-Fha-El te lo ha explicado antes, tu resurrección será el día del juicio
final y solo Atón conoce ese momento.”
“¿Qué
será de mi Dinastía, de mi reino?”
“Solo
Atón no ha tenido principio ni fin, tu imperio perecerá igual que todos los
Imperios del mundo pero siendo su historia la más larga, será muy difícil
olvidarlo.”
“¿Cuándo
vendrá Atón a este mundo?”
“Poco
después de finalizado el imperio de tu pueblo, Atón nos visitara en forma
humana, pero será reconocido solo por un puñado de persona; Él traerá la luz al
mundo de tinieblas que los falsos dioses han creado, él será el camino a la
vida eterna y se mostrara a los hombres para que lo sigan, la barca de millones
de años será anclada en el olvido y las palabras mágicas para abordarla
perderán su poder”. “Osiris será derrotado y se le quitaran las llaves de su
reino. Atón se convertirá en el camino angosto para que pasen por él, los que
le amen”.
“¿Nacerá
de mi pueblo?”
“Él
ha escogido a un pueblo pequeño y sin gloria para nacer, tú lo conoces como las
tribus del desierto, pero todas las naciones serán su pueblo y su reino no
tendrá fin, aunque en cierta forma si podría nacer de ti aunque la historia de
su pueblo al igual que el tuyo, no te nombren.”
“¿Seré
yo también parte de su pueblo?”
“Con
el ritual de esta noche, tú serás también parte de su pueblo.”
“Tengo
curiosidad por el futuro, ¿Su magia será más poderosa que la nuestra?”
“El
futuro tiene sorpresas agradables y desagradables, los sistemas de gobierno se
transformaran, innumerables pueblos poblaran la tierra, miles de lenguas
aparecerán con ellos”. “También habrá muchas religiones diferentes, muchas
seguirán olvidando al Dios creador y único, otras que creerán en él, le
rendirán culto en formas diferentes, muchas serán de su agrado, muchas no”. “La
lucha entre el bien y el mal, se dará hasta el último día, entonces Él
regresara por segunda y ultima vez para restablecer el orden y vencer a Osiris
y habrá de terminar con su reino de muerte”. “Él reinará como el único Dios de
todo lo creado y pondrá a todos sus enemigos bajo sus pies para ser encadenados a un eterno final”.
“Maestro,
se me estaba instruyendo en el placer sexual al que nunca he tenido acceso;
¿Morir sin conocerlo, tendrá efectos en mi otra vida?”
No
hay otra vida, solo la que tienes y tendrás, la cual es ¡única! El Dios
creador, creo también el sexo no solo como complacencia sino para procreación,
es decir colaboradores de Él en el proceso de la vida”. “Él bendice la unión
del hombre y la mujer, si su finalidad está ligada a este proceso”. “Está
escrito que te casaras con la hija mayor de Akenatón, quien ha visto en ti,
siempre a su favorito; de él has recibido las primeras enseñanzas de Atón y por
él has aprendido a amarle, sin embargo habrás de morir sin que tu esposa tenga
hijos varones de ti, aunque te bendecirá con una hija que dará a un hijo que
será gloria de su pueblo”.
“Ahora
que sé que mi muerte está cerca, ¿Qué debo hacer?”
“Si
estas en paz contigo mismo, sigue haciendo lo que estás haciendo porque nada de
lo que hagas cambiara tu destino, solo el enmendar tu vida y volver tus ojos al
Dios que da la vida, podrá modificar este destino, recuerda que ni los niños de
pecho, ni los jóvenes saludables, ni los fuertes guerreros ni los que tienen
poder o dinero, tienen seguro o comprado un día más de su vida”. “Los ancianos
y los enfermos deben de ver en su ancianidad y en su enfermedad, el sacrificio
perfecto que este Dios pide de ellos; por lo tanto, ama lo que eres y lo que
tienes, pero nunca olvides tu cita con el Gran Juez, a Él no le interesan tus
joyas, ni tu poder ni tan siquiera tu nombre como antes te fue dicho, pero
brillarás en el palacio de Atón con la fuerza del amor que tu corazón emane
hacia Él”. “Maestro, creo que si Atón cambiara mi destino y alejara de mí esta
copa, renunciaría a mi reino para dedicarme a servirle y amarle.”
Esa
es la misión del hombre sin renunciar a lo que tiene o a lo que es, pues todo
lo que es y tiene, también le viene de
Él”.
Rafael
parecía complacido con mis respuestas. Una vez llegada las sombras, nos
dispusimos a iniciar la ceremonia del ritual de resurrección del Príncipe.
Se
dieron órdenes a los guardias, que acordonaran los accesos al estanque y que
por ningún motivo, permitieran el paso sin importar posición o rango; esto se
hizo en el silencio de la noche, por lo que fueron pocos los que se dieron
cuenta de que algo pasaba en ese lugar. Sin la compañía de guardias, solo
Rafael, el Príncipe, yo y dos sirvientes que después Rafael me aclaro, eran mi
Ángel guardián y el del Príncipe, nos dirigimos al estanque, llevando un cirio
apagado y mantas para secarnos.
Una
hermosa luna resplandecía o se ocultaba en lo alto, como único testigo adicional.
Nos adentramos en el estanque y tomándole de las manos Rafael le dijo; “Thersander, estamos hoy aquí esta noche,
como testigos para oír de tu boca las respuestas a mis preguntas”.
“¿Renuncias
a tus dioses para ofrecer tu vida al único Dios, padre y creador de todo cuanto
existe?”
“¡Sí,
renuncio!” Contesto
con voz firme.
“¿Te
arrepientes de las equivocaciones de tu vida y prometes enmendar tus actos a
una vida de amor y tolerancia?”
“¡Sí,
lo prometo!”
“¿Perdonarás
de todo corazón aquellos que te han ofendido y a los que ahora, conspiran
contra ti, dejando su juicio y su castigo en manos del Dios olvidado?”
“¡Sí,
los perdono!”
“¿Reconoces
en tu corazón tu total dependencia en Atón, alejando de ti la arrogancia, la
rebeldía y el odio que son los pecados que han engendrado la muerte?”
“¡Sí,
la reconozco!”
Dicho
esto, encendimos el cirio que llevaba y Rafael continuo diciendo: “La luz de este cirio que ilumina la
oscuridad de esta noche, es como la luz del Dios de vida, que ilumina las
tinieblas de este mundo, mostrándote el camino que conduce hacia él”. “Desde
hoy tu nombre será "Semenkhare" y seréis heredad del Dios vivo”.
Y
tomándolo de los hombros lo sumergió en el agua diciendo: “Yo
te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo que un día
descenderá sobre ti, dándote vida eterna”.
Hecho
esto, el cuerpo del Príncipe resurgió del agua, con su cara aun congestionada
por la falta de aire mientras Rafael continuo diciendo: “Al volver de estas aguas, has resurgido
a una nueva vida por lo que esta ceremonia es para ti, tu primera resurrección
que anuncia la segunda que tendrás el último día del cual tu cuerpo emergerá de
las tinieblas del polvo, en un cuerpo glorioso que tu alma ha de esperar
ansiosamente durante siglos para unirse de nuevo a él y empezar a vivir una nueva creación de acuerdo
a la perfección de su Creador”.
Después
de esto, el joven Príncipe, empezó a llorar desconsoladamente, abrazándose al
cuerpo de Rafael. Ambos lo abrazamos,
los sirvientes nos cubrieron con las mantas y nos dirigimos nuevamente a la
habitación la cual lucía resplandeciente con más lámparas encendidas y en la
cual habían sido colocadas ropas secas preparadas para los tres.
Nuestros
sirvientes silencios y diligentes nos retiraron las ropas mojadas y secaron
nuestros cuerpos para después colocarnos las secas; hecho esto, nos dejamos
caer en los cojines del piso mientras nos secaban y peinaban colocando de nuevo
nuestras joyas en el cuerpo, después nos trajeron exquisitas viandas y bebidas
que no solo deleitaban el paladar sino la vista. Antes de iniciar a comer, Rafael tomo
aceite de un frasco, y lo untó en la cabeza y los pies del príncipe, formando
edemas una cruz en el pecho y en la frente, signo que yo reconocí al instante.
Después le dijo: “Este es la unción
en la cabeza, que te hago como faraón de una tierra cuyo esplendor y grandeza
es superior a la de Egipto, el aceite en los pies, es la unción como nuevo
servidor en la tierra “del Dios olvidado por tus padres” y por último, la señal
en el pecho y en la frente, es símbolo de que el Dios todo poderoso, el
verdadero altísimo, promete liberarte del ángel de la muerte y ha preparado
habitaciones para ti en su reino donde disfrutarás de su presencia”.
Dicho
esto, extendió sus manos a la mesa de manjares y bendijo los alimentos. Una vez
que empezamos a comer, un grupo de músicos tomaron sitio en el fondo del salón
y empezaron a tocar unas melodías que alegraban nuestros corazones, sacando de
sus instrumentos de aire, percusión y cuerdas, notas rítmicas y agradables a
nuestros oídos. Los sirvientes que nos atendían, se esmeraban en servirnos los
manjares y bebidas que solicitábamos, Toda la vajilla era de oro y estaba
grabada con figuras que imitaban la flora y la fauna de Egipto y tenían
incrustaciones de piedras preciosas y su diseño me pareció más bien moderno y
extravagante. Una vez repuesto de la emoción, el príncipe nos platicó: :Al ser sumergido en el agua, ví la
figura del Maestro Ra-Fha-El transformada en un ser bellísimo”. “Toda su ropa
resplandecía de una blancura increíble y de su figura parecían emanar rayos de
luz mientras que de su espalda, ví emerger unas hermosas alas que se extendían
y movían al ritmo de sus emanaciones de luz”. “De inmediato recordé la figura
de los seres celestiales que habitan el palacio divino de Atón de los cuales el
Maestro Ra-Fha-El me ha hablado tanto y en la cual él se había transfigurado”.
“Después
cerré mis ojos y pude ver el palacio del Dios de vida”. “Era como una joya
recubierta de gemas y piedras preciosas que parecían moverse y brillar en forma
diferente, produciendo bellísimos colores”. “Entonces oí una voz como emergida
del trueno que me decía por mi nuevo nombre, “Semenkhare, desde hoy, serás mi
hijo, mi hermano y mi amado y he mandado preparar pare ti, un lugar en mi casa
que hoy es tuya también”.
“Entonces
una luz pareció envolverme y estremeció mi cuerpo”. “Al salir del agua, sentí
como si flotara y un gran peso hubiera quedado en el agua y de pronto sentí una
alegría inmensa que me hizo llorar”.
Después
de compartir de cosas más triviales y declinar la invitación de permanecer más
tiempo en su palacio, nos dispusimos a regresar a nuestras cámaras para salir
temprano al die siguiente. Nuestro destino, Memphis, donde yo tendría una
entrevista con el verdadero Osiris y su corte de dioses, cosa que me llenaba de
terror pero que debía llevar a cabo para traer a estas páginas un testimonio
importante edemas de que la presencia de Rafael a mi lado, me inspiraba valor.
Antes de despedirnos, Rafael lo bendijo, sabedor de que esta sería la última
vez que lo vería con vida. Yo emocionado de esta noche, quite de mi dedo el
anillo que Rafael me había dado y se lo obsequie al príncipe como recuerdo de
nuestra ceremonia y le dije al dárselo:
“Este
anillo te hace parte de nosotros, verdaderos herederos y vigilantes del Templo
de Atón”. Él sin comprender
mucho mis palabras, trato de ponérselo y al darse cuenta que estaba un poco
grande, lo engarzo a uno de sus collares que adornaban su cuello.
Ya
una vez en nuestras habitaciones, le pregunte a Rafael ¿Cuándo será traicionado el príncipe? Y me
contesto, “¡Pronto, muy
pronto! Tanto así que ya no regresaremos por el Nilo ni asistiremos a su
coronación”. “Su protector una vez que lo haya casado con su hija, se iría a un
destierro voluntario dejándolo encargado del trono”. “Una ola de magnicidios se
desatará al morir el príncipe, su suegro Akenatón, moriría también al tratar de
regresar”. “Nefertiti, la nuera de Semenkhare, morirá después del reinado de
Tut, que se casará con su media hermana e hija menor de Akenatón”. “La esposa de Semenkhare será asesinada también,
y su hermano Tutankhamón cambiara su nombre por el de Tutankhamén y tendrá
prohibido mencionar los nombres de Akenatón y Semenkhare y él mismo será
traicionado por uno de sus generales y aunque enterrado con gran pompa, su
nombre llegará a ser borrado de la historia de este pueblo y sus tumbas
cubiertas en el olvido como una Dinastía “maldita”. “De esta traición, nacerá
otra Dinastía que odiara a la de Atón, llamándola “hereje” y con ella terminara
la gloria de este gran Imperio”. “Sus faraones serán conocidos con el nombre de
Ram-sés y con ellos se iniciará la historia del pueblo judío contenida en el
Torah, el cual se le atribuye a Moi-sés haberlo escrito en sus 5 libros
principales (Pentateuco) aunque en realidad, esta historia solo fue recopilada
y escrita por el grupo de escritores sagrados conocidos como “Yavhistas” en
tiempos del rey David y Salomón”. “La esposa de Tut, también será asesinada
cuando trate de recobrar el trono de su padre y de su esposo”.
“Después
de tu cita en Memphis, nos dirigiremos a otra época y a otro lugar, no lejos de
éste”. “La historia la conoce como “La tierra entre dos ríos” otros como “el país de la luna creciente”. “En
ella se desarrollaron imperios importantes entre los cuales destacan: sumeria,
babilonia y asiria”.
“En
este viaje trataremos de seguir los orígenes del pueblo elegido y te contaré
una historia sagrada que ilumina y hace sentir con gran fuerza, la presencia de
Dios que algunos necios tratan de contradecir o desacreditar”.
Al
día siguiente, me dirigí temprano a mi estudio y todavía con la impresión
vivida en mi sueño, me puse a escribir este capítulo.
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