Un
sirviente, elegantemente vestido, vino para anunciarnos que el príncipe nos
esperaba en las habitaciones reales y que él nos guiaría a ellas. Era una
estancia profusamente iluminada, sus pisos estaban hechos de losetas y
brillaban con incrustaciones de joyas pulidas y brillantes enchapadas en oro,
con figuras de rombos y medallones pequeños bellamente labrados que hacían las
veces de separadores de estas losetas que a mí me parecieron hechas de cuarzo u
otro material rocoso. Sus muebles, algunos de monolitos de roca o realizados en
maderas finas y labrados exquisitamente, formando hermosas figuras de lirios,
palmeras y plantas que se enroscaban en ellos. Los pedestales para quemar el
aceite con que se iluminaba la estancia, eran de piedra labrada rematados con
recipientes de oro que formaban unos platos redondos y en el Centro se colocaba
un vaso hecho de arena sílica o piedra que contenía el aceite, el cual era
aromático y funcionaba como una antorcha encendida. Había pieles de animales, a
manera de tapetes en el suelo y sobre ellos, algunos cojines regados en la
estancia. Las paredes eran de un blanco azulado y con muy poca decoración, sus
mesas eran chaparritas, al alcance de una persona sentada en los cojines, pero
había otras mesas más altas, diseñadas para leer y escribir en los rollos de
papiro que estaban guardados ordenadamente en ese lugar. Pude ver algunos y
supe que su escritura era jeroglífica y conociendo los signos y los símbolos,
era como leer un libro de historietas cómicas. La escritura sumeria, se basa en
este sistema jeroglífico, pero pronto desechó los símbolos por los signos cada
vez más abstractos que hicieron de su escritura, la cuna de la civilización
mundial, superando a la egipcia en este camino, sin embargo, creo que a los
egipcios, saberlo no les hubiera preocupado demasiado, solo un pequeño,
poderoso y educado grupo de la población, podían entender esta escritura, por
lo que sus fórmulas y palabras mágicas para lograr cruzar el “Tuat” hasta la
cámara de Osiris, estaba vedado para la mayor parte de sus pobladores. Los
mismos artistas que decoraron las tumbas faraónicas, solo seguían los dibujos y
las instrucciones de la clase sacerdotal para pintar en las paredes o grabar en
piedra, ésta multitud de signos y símbolos que al igual que los monjes
medievales al escribir la Biblia, lo hacían sin entender lo que escribían. Su
teología era básicamente mágica-religiosa es decir mística y ciencia de su
tiempo. La teología astrológica la heredaron del bajo Egipto y vino cuando sus
reyes dominaron el alto Egipto, aunque el conocimiento de astros y planetas,
sobre todo el de la luna y sus ciclos que ejercían efectos en las aguas del
Nilo que eran su fuente de vida, eran ya conocidas profundamente aunque la
importancia del sol era manifiesta en su calendario.
Un
príncipe, sencillamente ataviado, pero luciendo finos collares y brazaletes en
su cuello y brazos, salió a recibirnos. Su cuerpo era esbelto, de una piel
morena color cacao, parecía no tener más de 17 años y su voz era dulce y
educada. Nos habló en hitita, lengua diplomática oficial de aquel tiempo.
Después del saludo oficial y el intercambio de señales con la mano, se abrazó a
Rafael, mostrando el inmenso afecto que le tenía. Esto es lo que sucedió
aquella noche: “Maestro,
me da mucho gusto verte de nuevo, espero que tu viaje haya sido placentero y tu
estancia al llegar, haya sido colmada de halagos y atenciones de mis sirvientes
como fue mi orden para huéspedes tan distinguidos”.
“En
efecto, ha sido un viaje placentero y los sirvientes no han hecho otra cosa que
colmarnos de atenciones”. “Mira, a propósito te presento al maestro
Vih-Cen-Tel, de Ia “Orden Templária de Atón” y gran conocedor de la ciencia que
predice el futuro; Le he pedido venir a esta reunión especial a la que con
tanto esmero te he preparado, para que le hagas todas las preguntas que quieras
saber de los tiempos sin realizar y para que sea testigo de tu ritual de iniciación esta noche”. “Él tiene una cita
en Memphis, con un poderoso personaje que está preocupado por su futuro, pero
que no pertenece a los siervos de tu reino, Lo veremos en estos próximos días
en una reunión secreta, en un Templo de Giza cerca de la esfinge”.
“Bienvenido
seas Maestro de la Orden Templária de Atón del cual soy un humilde discípulo”. “He
ordenado que nos traigan algunos bocadillos y bebidas, por si apetecen comer o
tomar algo”.
“Maestro
Ra-Fha-El, estoy un poco confundido con algunas de tus enseñanzas que se
contradicen totalmente con las de otros Maestros de la Orden de Amón-Ra, verás,
yo como heredero al trono del faraón, he sido predestinado a ser el dios de
este pueblo, hoy unido en el alto y bajo Egipto; Al morir el faraón, ocupare el
trono como el dios Horus, heredero de Osiris para tomar su lugar al morir, solo
que al igual que faraón y faraones anteriores de nuestra dinastía, deberemos de
permanecer por siglos, esperando la resurrección que Amón-Ra harán de nosotros
para darnos nuestro lugar en la constelación de Siro, ya que el secreto para
transmutar en Ra, fue perdido por uno de nuestros antepasados y las formulas
propuestas por nuestros sacerdotes, no tienen el poder de las originales, por
eso nuestra dinastías, han construido las tumbas más magnificentes jamás
imaginadas, que soporten el paso de los siglos hasta la llegada de tan anhelado
día”. “Pero tú me has enseñado que ese día, solo Atón lo conoce y que las cosas
serán de diferente manera de como los maestros de Amón-Ra las describen”.
“Príncipe
querido, esta es la historia que hoy te enseño”. “El Dios supremo, creó también
a los que tus demás sacerdotes llaman dioses”. “El creó todas las cosas,
visibles e invisibles y también creó al hombre”. “Su creación fue misteriosa,
llena de magia divina”. “Este Dios condeno al hombre, irritado por su
desobediencia y soberbia, a vivir coma los animales durante un largo periodo de
tiempo”. “La fertilidad de los ríos y las montañas ayudo a crear a dos pueblos”.
“Uno, que ejerció la agricultura y el otro, que fue pastor de rebaños”. “Este
ser Supremo, parecía haber perdonado la falta de sus padres y les permitió
progresar”. “Él se mostraba a ellos con el amor de un padre, y recibía sus
sacrificios, sin embargo, se complacía más por los sacrificios hechos por el
pequeño pueblo de pastores y los prefería a los de sus hermanos, que se habían
establecido en ciudades creadas por ellos y que gracias a la agricultura,
florecieron a lo largo de ríos y valles en los que dieron pleitesía a otros
dioses que competían por el poder con este Dios Creador, por lo que al notar la
preferencia de Él hacia sus hermanos, se llenaron de odio y cólera contra este pueblo, por eso
los persiguió y los corrió de las cercanías de sus tierras, destruyendo a
muchos de ellos”. “Estos huyeron hacia las montañas y hacia tierras áridas”. “Un
día, cansado de la infidelidad de este pueblo agricultor, el Creador decidió
destruirlos inundando sus tierras con un gran diluvio”. “Enterró sus ciudades y
sus ídolos en el fondo del fango, pero en su amor, escogió un pequeño grupo del
pueblo de pastores para repoblar la tierra, que descendiendo de las montañas
donde antes se habían refugiado, lograron establecerse a la margen de ríos o
repoblar las antiguas ciudades de sus hermanos y así fue como llegaron al delta
y formaron el Imperio del bajo Egipto”. “Pero esto les hizo olvidar de nuevo la
existencia de su Dios creador y en su lugar colocaron nuevos dioses al igual
que sus hermanos”. “Así nació el culto a Osiris, que con su dominación en el
alto Egipto, se extendió a todo el reino”. “El alto Egipto mantuvo la
existencia de su dios a quien llamó “El Olvidado” o “El Perdido” y que resurgió
con el nombre de Amon Ra, poniendo a todos los demás dioses bajo su dominio,
incluso a Osiris”.
“Tus
antepasados se influenciaron a la vez por las costumbres del bajo Egipcio y fue
así como el Rey al morir, se convierte en el nuevo Osiris mientras que su hijo
al heredarle, llegaba a ser el nuevo Horus”. “Recordarás que según el libro
sagrado de la Orden de Memphis, tomada de las pirámides del rey Unas, sostenía
que Osiris fue muerto por su hermano Set y su cuerpo fue despedazado y
esparcido”. “Fue entonces que su esposa Isis, que no había tenido descendencia
de su esposo, junta sus pedazos y le dio vida de nuevo, logrando coitar con él
y de esa manera concebir a Horus”. “Osiris sin embargo, descendió al más allá y
se convirtió en el Señor de los muertos”. “Horus peleó contra su tío Set por el
reclamo de su reino y lo venció, matándolo y castrándolo”. “En esa lucha perdió
un ojo pero se convirtió en el heredero de Osiris en su reino en la tierra”. “Fue
por eso que los reyes, tomaban el lugar de Horus y al morir, tomaban el lugar
de Osiris en el más allá”. “Toda esta teología, se creó en al bajo egipcio,
pero fue el alto egipcio quien creó las formulas, sortilegios y rituales para
transmutar al rey al morir, en Osiris y a su hijo en Horus”.
“Se
dice que un día, el rey del bajo Egipto, quien a pesar de considerarse más
poderoso, había hecho una tregua de paz con el alto Egipto, cuyo país estaba
reducido a Tebas, envío unos espías para obtener del rey y de sus sacerdotes, el
secreto de la resurrección o transmutación en Osiris y Horus”. “El rey fue
traicionado por uno de sus propios hijos, un joven sacerdote que temía al gran
poder de sus adversarios y les facilito la entrada al templo donde el rey se
encontraba con alguno de sus principales funcionarios y sacerdotes”. “Los
espías asesinaron al grupo sin lograr obtener el secrete de los rituales y
palabras mágicas, los cuales se perdieron para siempre con la muerte del rey”.
Según
grupos herméticos, estos emisarios eran algunos hermanos de José, quienes
fueron enviados por él para cometer tal crimen y arrebatar un secreto tan
celosamente guardado. Los demás sacerdotes, descubrieron la traición del
príncipe y sacerdote y lo embalsamaron vivo en la misma ceremonia funeral de su
padre pero además, le cortaron los genitales, para identificarlo con el traidor
y diabólico Set. De esta forma pudieron justificar este hecho como una
repetición del pasado.
Un
nuevo monarca nacido de este rey, ocupo su lugar, declarando la guerra al bajo
Egipto, al cual derrotó y persiguió hasta el desierto, logrando la
reunificación del reino y fundando una nueva dinastía, pero que con la pérdida
del secreto, cambio su título de rey por el de faraón, equivalente a gobernante
y aunque continuo siendo, una divinidad, solo podía anhelar a ser embalsamado
para esperar la resurrección que un día Osiris se complaciera en darle. Con la
perdida de la influencia del bajo Egipto, la reaparición de Amón-Ra y Atón (El
Olvidado) parecen cobrar fuerza en esta dinastía. Fue así que, el espíritu del
faraón al morir, se convertía en RA y ocupaba su lugar en la barca de millones
de años. El culto a Osiris sin embargo, siguió siendo observado por la clase
poderosa, pues representaba una opción más terrenal del mundo de los muertos y
por supuesto la escuela de Tebas, quería ponerla en práctica restableciendo
nuevos rituales y fórmulas mágicas, dando la opción tanto a faraones como a
gobernados, de poder escoger al morir, entre seguir a RA para viajar con él en
su barca o el mundo de Osiris en el cual seguían disfrutando de los placeres
terrenales. No fue hasta que tu protector, restableció el culto de Atón y
cambió su capital al palacio de Akhetaton en Tel-El-Amarna, donde el dios
olvidado, fue honrado de nuevo. Hoy va a ser una noche muy especial para tí,
porque vas a ser iniciado por nosotros, en el ritual de la resurrección de la
“Orden Templária de Atón” que te
permitirá al morir, si has llevado una vida justa, el ir a vivir al maravilloso
palacio de Atón, donde habrás de esperar hasta el final de los tiempos, para
unirte de nuevo a tu cuerpo gloriosamente resucitado por él.
“Maestro,
¿Qué lugar ocuparé en su palacio,
después de haber sido faraón en esta tierra?”
:Esto
es algo, que deberás aprender también”. “Tú eres para el Dios creador, una
criatura que ama intensamente, pero al cual, no le interesan los títulos de
poder que tengas, es más, ni siquiera le interesara tu nombre, por lo que
habrás de aceptar lo que tienes y lo que eres como parte de su voluntad, poniendo
solo en tu corazón que no eres nadie sin su poder ni tienes nada en este mundo que te pertenezca, solo el inmenso deseo de
servir a tu Dios y estar un día a su lado”. “Solo así harás la voluntad de Atón
quien te llenará de un inmenso poder y riqueza cuando estés en su reino junto
con sus elegidos”. “Sin embargo, el Dios creador te ha encomendado una nueva
misión en la vida y yo tengo la obligación de enterarte”. “Tu reinado durará
solamente 3 años después de los cuales serás traicionado y sacrificado, pero no
te angusties por no llegar a reinar en este país lo suficiente para transformarlo, ni a perder una gloria que el tiempo
y tus enemigos se encargaran de cubrir”. “Mira a tu verdugo como un cordero
mira al carnicero y confía en el poder de Atón para darte una vida eterna”. “Guarda
esto, en secreto, en tu corazón y prepárate al sacrificio purificándote”.
“¿Cuándo,
sucederá todo esto?”
“Pronto,
muy pronto, por eso estoy yo aquí, pare avisarte y prepararte”. “Tu protector
será exiliado y tú quedaras en su lugar, cosa que ya has hecho con él ayudándole a gobernar en el pasado”.
“¿Quién
será mi verdugo?”
“Tu
propio hermano, alentado por los sacerdotes que miran en ti, un faraón
peligroso a sus creencias y religión, al igual que Akenatón que es tu padre y hermano”. “Tus enemigos han
preparado a tu hermano Tut, para
sacrificarte y asumir el trono, cambiando su nombre y su dios”.
“¿Qué
habré de decirle a mi hermano antes de que consume su acto?”
“Nada,
recuerda que solo será un niño de 7 años, por lo que deberás perdonarlo de todo
corazón al igual que aquellos que contra ti conspiran”.
“¿Cómo
sabré que todo esto que me dices se llevara
a cabo?”
“Deberás
confiar en mí, pero además, recibirás una señal esta misma noche en tu ritual”.
“Pero alégrate, porque no habrás de pasar por el reino de tinieblas de Osiris
sino que serás llevado al reino de Atón, guiado en tu camino por seres
bellísimos y tal
vez reconozcas a alguien de una de una manera muy especial “Aunque debo
decirte que a nadie se le ha permitido entrar a sus habitaciones aún, por lo
que tendrás que esperar en una antesala de este palacio, hasta que su dueño
venga a este mundo y regrese con la llave que abrirá este palacio para ustedes,
pero no estarás solo, muchos seres felices estarán junto a ti, esperando igual
que tú, ese gran momento”.
El
joven príncipe hizo un gran silencio, en sus ojos apenas podían contenerse las
lágrimas y su pecho se agitaba con gran emoción.
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