Una
barca oficial dirigió nuestra embarcación a la orilla, donde un muelle de
piedra se extendía como un camino hacia el río, permitiendo a nuestras barcas
anclar a sus lados. Cerca del lugar de desembarco, pero anclada río adentro, se
divisaba una barca de mayor eslora, lujosamente barnizada en negro, y con sus
extremos arqueados y decorados deliciosamente como la nuestra, que me hicieron
recordar la belleza del efímero movimiento artístico del "Art
Nouveau" que apareció a principios del siglo pasado en Bélgica. Una
comitiva esperaba nuestra llegada y para mi asombro, a pesar de no saber
absolutamente nada del idioma egipcio y mucho menos del de esa época, pude entender con claridad sus saludos y lo más
extraordinario fue, que ellos entendían mi español, como si yo les estuviera
hablando en su lengua.
Adelantándose
a mi pregunta y mirándome siempre sonriendo como divirtiéndose conmigo al igual
que mi Ángel Guardián, mi acompañante me aclaro; “Un
día te explicare el don de Lenguas que Dios te ha otorgado para estos viajes”.
Un
oficial que parecía ser el de más alta jerarquía en la comitiva, se acercó a
Rafael y después de hacerle una reverencia como saludo, símbolo de la alta
posición de Rafael sobre la de él, nos invitó a seguirle hacia una vereda que
conducía a un jardín, el cual atravesamos y pude darme cuenta que se asemejaba
a un edén, lleno de palmeras y vegetación con plantas a mi parecer exóticas y
que tenía además un estanque que hacía las veces de una hermosa piscina para
nadar a placer con agua que brotaba de unas rocas y que eran el hábitat de
pequeños y hermosos peces y tortugas y que proporcionaba también un sistema
natural de riego a ese bello lugar.
Por
fin llegamos a un edificio construido en una planicie un poco más elevada y
cuyo aspecto semejaba a un pequeño palacio, en proporción a las majestuosas
edificaciones de sus Tumbas y Templos. Rafael me explico que este edificio era
como una casa de retiro para la familia Real y que estaba altamente vigilada
por soldados Reales. Contaba con habitaciones para huéspedes como nosotros y
por supuesto, cámaras Reales donde el faraón y su familia se hospedaban. Tenía
todo un sistema de servicio como cocina, panadería, bodega, cuartos para
sirvientes y guardias, talleres para reparación y mantenimiento de barcas y
edificio y muchas cosas más que permitían a la familia Real, permanecer
aislados todo el tiempo que desearan. Nos asignaron unos sirvientes para que
permanecieran con nosotros y nos atendieran.
Un
personaje que, por la apariencia y respeto con que los demás le miraban, supuse
era uno de los altos sacerdotes de la orden de Amen de la escuela de Tebas,
(como después Rafael me lo confirmó) se acercó a nosotros y nos ofreció su
saludo. Pude notar el intercambio de señales que hizo con el Arcángel mediante
las manos, esta forma de lenguaje al que ciertos grupos le dan tanta importancia pues además de
identificarse, sirve para avisar de peligros y actividades secretas. Rafael me
aclaró que era costumbre mezclarse entre la gente del pueblo, para conocer demandas
e inquietudes y a veces, estas señales eran la única forma de salir de
situaciones comprometidas. En la edad media, los que daban forma a las piedras
(albañiles) solían viajar con libertad por los países y al ofrecer sus
servicios al “Maestro” encargado de la construcción, se identificaban mediante
señales en su saludo, para darle a conocer de su grado de experiencia en el
oficio, por lo que estas señales eran guardadas entre ellos con gran celo,
siglos después, la masonería retoma este sistema de señales para indicar su
rango e intercambiar mensajes supuestamente secretos.
El
joven Príncipe nos recibiría al atardecer, lo que nos daba tiempo de comer,
descansar y platicar. Nuestros sirvientes y remeros, fueron acomodados en el
área de sirvientes y tratados con todo esmero. Poco antes de nuestra cita con
el Príncipe, Rafael me puso al corriente de la situación.
Él
era considerado un alto sacerdote de la orden de Atón y aunque era muy
respetado, sus principales adversarios eran sacerdotes de Amen Ra o de Atón
mismo, pero que diferían en la forma en que Rafael exponía sus ideas; Mientras
ellos veían a su dios como el más poderoso de sus dioses, Rafael veía a su Dios
como el único y poderoso Dios. Me platicó que tuvo que competir con ellos en
magia, pero me comentó: "Dios se complace en combatir la magia con la
magia." Esto da origen en nuestros días a que se piense que hay una magia
blanca contraria a la negra o satánica. Magia por supuesto se traduce como
sabiduría y esto significa la sabiduría de los hombres o de los demonios cuya
sabiduría ha sido reducida a la humana, y la sabiduría de Dios, que para los
hombres se vuelve incomprensible y muchas veces, contraria a todo razonamiento
humano. Me platico como Moisés combatió a los magos-sacerdotes del Faraón por
medio de la magia y como los derrotó y como José fue mirado con tanto respeto
por su habilidad para interpretar sueños, al igual que Daniel y tantos otros
Profetas, que fueron temidos más por la superstición de la magia a la cual
atribuían sus poderes, que al temor del poder de Dios y a la sabiduría que de
él provenía.
Grupos
herméticos miran la sabiduría como una ciencia en que los hombres van siendo
iniciados y cuyas fuentes provienen de los antiguos rituales y textos de
religiones ancestrales, cuyos símbolos han sido cubiertos por el tiempo y que
ellos han ido desempolvando y guardando en secreto con esmero. Esto dió origen
al culto de Salomón, al cual Dios doto con una sabiduría que jamás seria
conferida a otro ser humano y el cual, aseguran, fue depositario de estos
maravillosos secretos ancestrales. Jesucristo inclusive fue acusado de usar
poderes mágicos provenientes de los demonios para realizar sus milagros
asombrosos y son estos mismos grupos, quienes aseguran que Jesús al igual que
otros iluminados, fué iniciado en estos grandes secretos de Dios, ¿No hay
sabiduría que proviene de él? ¿No hay poder que de él se derive?
Hoy,
los magos modernos han descubierto que la superstición está basada en la
autosugestión (termino moderno dado por la psicología) y la cual es fundamental
para el hipnotismo y la curación que se realiza a través de ella o por el uso
de las manos y otros objetos como talismanes y pócimas sin eliminar conjuros y
exorcismos. “Esta es la razón por la que hoy estamos
aquí, para instruir al Príncipe en esos conocimientos secretos, me dijo;
Desgraciadamente el Príncipe tiene un hermano menor que está siendo instruido
por otros sacerdotes. Su ley dice que solo un miembro de la familia podrá ser
iniciado por alguien como yo. El problema es que hay otros sacerdotes que lo
educan y es así como se han dado cuenta de las enseñanzas impartidas por mí y
ahora están conspirando contra el Príncipe utilizando la ambición de su
hermano. Dios les ha permitido que su conspiración se realice, pero su ira
contra ellos vendrá cuando se descubra el gran secreto de su joven cuerpo
momificado y eso será realizado en los días de tu época poco después de los de su hermano. Esta
noche él me hará muchas preguntas que yo me complaceré en contestarle y tú tendrás
la oportunidad de escuchar y participar en ellas, al igual que en la ceremonia
que realizaremos con él.
Creo
que debemos asearnos y vestirnos adecuadamente para nuestra cita esta tarde,
que se prolongara muy noche, quizás hasta el amanecer. No olvides ponerte tus
collares y sobre todo este anillo que representa que perteneces a la misma
escuela a la que yo pertenezco y que fuiste invitado por mí para contestarle al
príncipe alguna de sus preguntas que serán acerca del futuro y que tú podrás
contestar con facilidad...por provenir de él. Háblale sin detalles, recuerda
que las palabras que usas en tu tiempo, no tienen mucha significación para
ellos. Usa el surrealismo mágico que Dios te otorga, para contestarle a lo que
te pregunte”.
Dicho
esto, nos separamos cada uno a nuestras cámaras y nos apresuramos para estar
listos a esa cita.
Cuando
me puse el anillo que Rafael me había dado, pude ver con claridad el símbolo en
el grabado, adornado con finas piedras.
Era
una cruz con cuatro lados iguales, ¡La Cruz de Jerusalén! Y partido en dos cada
uno de sus extremos hacen "La Cruz Templaria" cuyas 8 puntas
significan el grupo inicial que formaron el Temple, unidos a un misterioso
personaje que formaba el 9 y cuyos 4 brazos son símbolo de la naturaleza en que
la suma total da el 13, número cabalístico que representa las fuerzas creativas
y destructivas de Dios simbolizadas por sus Ángeles de la Vida y de la Muerte.
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